En un mundo donde la fast fashion sigue dominando, elegir ropa duradera es un verdadero acto de resistencia y, sobre todo, un compromiso con el planeta.
Pero ¿qué hace que una prenda sea realmente sostenible?
Más allá del diseño o la producción local, el material desempeña un papel esencial.
Aquí te presentamos las fibras que debes priorizar para construir un armario más responsable.
1. Algodón orgánico
A diferencia del algodón convencional, el algodón orgánico se cultiva sin pesticidas ni fertilizantes químicos, lo que reduce considerablemente su impacto en el suelo y en la salud de los agricultores.
También consume menos agua y fomenta la biodiversidad.
Además, sigue siendo suave, transpirable y agradable al tacto.
👉 Ideal para camisetas, camisas, ropa interior o prendas de bebé.
2. Lino
Fibra natural emblemática de Europa, el lino es una materia prima ecológica por excelencia.
Crece sin riego artificial, sin OGM y casi sin pesticidas.
Resistente y termorregulador, es perfecto tanto para las estaciones cálidas como para las prendas de entretiempo.
👉 Bonus: elegir lino cultivado y tejido en Europa apoya una cadena de producción local y sostenible.
3. Cáñamo
A menudo olvidado, el cáñamo es una de las fibras más ecológicas que existen.
Crece rápidamente, sin necesidad de agua ni productos químicos, y regenera los suelos.
Es un material resistente, transpirable y naturalmente antibacteriano.
👉 Cada vez se utiliza más en vaqueros, chaquetas y accesorios.
4. Tencel (o Lyocell)
Derivado de la pulpa del eucalipto, el Tencel es una fibra artificial ecológica producida en un circuito cerrado, donde el agua y los disolventes se reutilizan casi en su totalidad.
Muy suave, fluido y transpirable, ofrece una excelente alternativa a la viscosa convencional, a menudo contaminante.
👉 Perfecto para blusas, vestidos o prendas ligeras.
5. Lana
Natural, cálida y transpirable, la lana es un material duradero por naturaleza: se regenera de forma natural y se ensucia poco, lo que reduce la frecuencia de lavado.
Sin embargo, es importante elegir lana procedente de ganaderías respetuosas con el bienestar animal, como la certificada Responsible Wool Standard (RWS).
👉 Ideal para jerséis, abrigos y bufandas.
6. Lana merina
Más fina y suave que la lana clásica, la merina ofrece una excelente termorregulación y resiste naturalmente los olores.
Proviene del ganado merino, principalmente de Australia y Nueva Zelanda, aunque conviene elegir marcas que garanticen la ausencia de mulesing, una práctica dolorosa para los animales.
👉 Perfecta para ropa técnica, capas base o jerséis ligeros.
7. Alpaca
Originaria de Sudamérica, la fibra de alpaca es suave, cálida y más resistente que la lana tradicional.
Su producción tiene un bajo impacto ambiental: las alpacas dañan poco el suelo y consumen poca agua.
👉 Una opción lujosa, duradera y ética para abrigos, bufandas y prendas de punto de calidad.
8. Seda
Material natural y biodegradable, la seda es conocida por su suavidad y resistencia.
Para una opción verdaderamente responsable, prioriza la seda orgánica o la seda “peace silk” (ahimsa silk), producida sin matar a los gusanos de seda.
👉 Ideal para prendas elegantes, duraderas y atemporales.
9. Fibras recicladas
Dar una segunda vida a los tejidos es otra forma de consumir de manera sostenible.
El poliéster reciclado (rPET) y el algodón reciclado reducen la generación de residuos y el uso de recursos vírgenes.
👉 Consejo: lava estas prendas con agua fría y utiliza una bolsa de lavado contra microplásticos para limitar la contaminación del agua.